miércoles, 4 de diciembre de 2013

Bilbao y los Poetas: Roberto Albandoz

Nació el 28 de mayo de 1951 en Vitoria-Gasteiz. Miembro del colectivo bilbaino "Poetas por su pueblo" y colaborador habitual de la revista poética "Zurgai" obtuvo con su único libro publicado, "De buenas a primeras", el premio "Bahía" 1982. Falleció el 19 de febrero de 1985 en el accidente aéreo del monte Oiz.


Hay días, Bilbao,
en los que todo me parece ¡al fin! maravilloso,
cuando el sol te despierta como a un niño rebelde,
con su alegre cara sucia,
tus manos sucias pringadas de trabajo,
tus legañas brillantes de agría madrugada,
tus finos pies de acero,
                o cuando la lluvia vence
tu orgullo de metal,
tu alma irreductible de guerrero
sobre un charco de brillos en la acera.

Pero es tiempo, ya, Bilbao,
de dar vuelta a los bolsillos,
de meditar un poco
                 -con todas esas cosas
adornando el mantel de sobremesa
cuando sólo queda un sorbo de mal vino
y un principio de sueño y de ceniza-.
.
Es tiempo de averiguar como pasaste
de niño alegre de provincias
a monstruo comemierdas, comegentes, comevidas;
por qué oscura razón te crecieron las uñas
y te brotó ese quister de amargor,
este vacío miedo que cercena tu esencia.

Por qué se ahoga el aire adivinando espacios,
respirando el polvo del penúltimo derribo.
Es tiempo ya -¿no te das cuenta?-
de preguntarse, de rascarte las llagas
que el tiempo ha roturado
como a un perro viejo y solitario,
más por abandono y por pereza,
que por saña rabiosa
o siniestra malicia.

Ahora tu tristeza
entiende la derrota,
incluye un poso de ácida resaca.

Es tiempo ahora de avanzar, como a brincos,
arrancando espinas de tu salada costra,
espinas de abandono,
                  de herrumbre acumulada.
Tiempo de hacerte, de vivirte,
de apuntalar las células que aguantan
y darte aire al aire,
respirar contigo ese húmedo norte,
esa fina lluvia que espabila.

Es hora ya de aventar entre todos
el cálido aliento de la vida
para que avance el ogro
y se haga humano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario