ANGEL Mª ORTIZ ALFAU nació en Bilbao en 1924. Desde muy joven frecuentó los ambientes literarios de la capital vizcaina, intervino en tertulias como la del café “La Marina” y “La Concordia” y colaboró en revistas como “Musas”, “Índice”, “Primer Acto”, “El Abra”... Su labor periodística (al margen de otras actividades profesionales desarrolladas en la banca, la empresa y la política municipal) se centraron en la divulgación cultural y la crítica literaria, actividad que ejerció en el desaparecido diario Hierro durante varias décadas y prácticamente en solitario. En la larga posguerra civil, Ortiz Alfau fue un francotirador de la cultura que, además de apoyar con entusiasmo y generosidad a los escritores de su entorno, dio noticia desde su página semanal del Hierro de lo más destacado de la literatura nacional e internacional. Gracias a él, muchos bilbainos descubrieron a poetas tan selectos como Carlos Edmundo de Ory o Eugenio Montale (por citar dos extremos del abanico lírico ofrecido) y conocieron los últimos proyectos de autores de la diáspora republicana como Ramón J. Sender o Max Aub (silenciados por orden gubernativa o por la autocensura de la propia crítica). Gracias a Ortiz Alfau (y a otros pocos como él) Bilbao no fue un desierto literario ni una ciudad completamente al margen de las grandes corrientes culturales.
En 1972, con motivo de la declaración del Año Internacional del Libro por la Unesco, Ortiz Alfau vio reconocida su trayectoria con la concesión del Libro de Oro del Instituto Nacional de Libro Español y el Premio Plaza & Janés, certamen al que ese mismo año concurrió el prestigioso crítico Guillermo Díaz Paja.
En 1973, en el transcurso de un almuerzo homenaje organizado por un grupo de escritores, editores y libreros vizcainos, el novelista Luis de Castresana expresaba que “dentro de la ecología bilbaina, Ángel Ortiz Alfau, más que un pájaro chimbo es un mirlo blanco. Porque en nuestro botxo, donde tanto abundan el sentido reverencial del dinero y los aspirantes a Consejos de Administración, él es quien más ha hecho para que crezcan las vocaciones literarias a orillas del Nervión.”
Desde 1988 hasta su fallecimiento, en abril del 2002, Ortiz Alfau dirigió y coordinó el periódico municipal BILBAO, en cuyo suplemento literario PERGOLA se da cabida a escritores de dentro y fuera del país, de todas las tendencias y corrientes. En PERGOLA se ha escrito, y se sigue escribiendo, sobre la mayoría de los escritores vascos. Escritores que escriben, a su vez, en las páginas de ese suplemento que cuidaba con esmero Ortiz Alfau.
Pero además de su ininterrumpida labor periodística, desarrollada en el diario vespertino Hierro, en la Hoja del Lunes, Tribuna Vasca, La Gaceta del Norte o El Correo, Ángel Ortiz Alfau fue el responsable de dos de las iniciativas editoriales más notables desarrolladas en la villa. Las colecciones El cofre del bilbaino y El Tilo, al margen de su valor puramente bibliófilo, han servido para rescatar obras inencontrables y autores olvidados (bilbainos o estrechamente vinculados a Bilbao) como Aranaz Castellanos, Estanislao María de Aguirre, José de Orueta, Rafael Sánchez-Mazas o el doctor Enrique de Areilza, entre otros muchos.
En los años cincuenta emprendió, con la colaboración de su hermano Rafael Ortiz Alfau, excelente pintor y acuarelista, la aventura de realizar un Quijote manuscrito, ilustrado, con letras capitulares miniadas y viñetas al final de cada capítulo. Una auténtica joya bibliográfica enriquecida con las opiniones, también manuscritas, de personalidades literarias y artísticas de ámbito internacional más representativas de su siglo, desde Jorge Luis Borges a Yasunari Kawabata, pasando por autores de la talla de Aldoux Huxley, T.S. Eliot, Hermann Hesse o Albert Camus. A modo de prueba había realizado otro quijote en 1951 (que hoy se encuentra en la Biblioteca Nacional) con prólogos de Ramón Menéndez Pidal, Azorín, Pío Baroja, Eugenio D´ors, Jacinto Benavente y Luis Astrana Marín. Asimismo, realizó ediciones manuscritas de diferentes obras (sobre todo de temas bilbainos) que fueron a parar a colecciones particulares.
En 1972, con motivo de la declaración del Año Internacional del Libro por la Unesco, Ortiz Alfau vio reconocida su trayectoria con la concesión del Libro de Oro del Instituto Nacional de Libro Español y el Premio Plaza & Janés, certamen al que ese mismo año concurrió el prestigioso crítico Guillermo Díaz Paja.
En 1973, en el transcurso de un almuerzo homenaje organizado por un grupo de escritores, editores y libreros vizcainos, el novelista Luis de Castresana expresaba que “dentro de la ecología bilbaina, Ángel Ortiz Alfau, más que un pájaro chimbo es un mirlo blanco. Porque en nuestro botxo, donde tanto abundan el sentido reverencial del dinero y los aspirantes a Consejos de Administración, él es quien más ha hecho para que crezcan las vocaciones literarias a orillas del Nervión.”
Desde 1988 hasta su fallecimiento, en abril del 2002, Ortiz Alfau dirigió y coordinó el periódico municipal BILBAO, en cuyo suplemento literario PERGOLA se da cabida a escritores de dentro y fuera del país, de todas las tendencias y corrientes. En PERGOLA se ha escrito, y se sigue escribiendo, sobre la mayoría de los escritores vascos. Escritores que escriben, a su vez, en las páginas de ese suplemento que cuidaba con esmero Ortiz Alfau.
Pero además de su ininterrumpida labor periodística, desarrollada en el diario vespertino Hierro, en la Hoja del Lunes, Tribuna Vasca, La Gaceta del Norte o El Correo, Ángel Ortiz Alfau fue el responsable de dos de las iniciativas editoriales más notables desarrolladas en la villa. Las colecciones El cofre del bilbaino y El Tilo, al margen de su valor puramente bibliófilo, han servido para rescatar obras inencontrables y autores olvidados (bilbainos o estrechamente vinculados a Bilbao) como Aranaz Castellanos, Estanislao María de Aguirre, José de Orueta, Rafael Sánchez-Mazas o el doctor Enrique de Areilza, entre otros muchos.
En los años cincuenta emprendió, con la colaboración de su hermano Rafael Ortiz Alfau, excelente pintor y acuarelista, la aventura de realizar un Quijote manuscrito, ilustrado, con letras capitulares miniadas y viñetas al final de cada capítulo. Una auténtica joya bibliográfica enriquecida con las opiniones, también manuscritas, de personalidades literarias y artísticas de ámbito internacional más representativas de su siglo, desde Jorge Luis Borges a Yasunari Kawabata, pasando por autores de la talla de Aldoux Huxley, T.S. Eliot, Hermann Hesse o Albert Camus. A modo de prueba había realizado otro quijote en 1951 (que hoy se encuentra en la Biblioteca Nacional) con prólogos de Ramón Menéndez Pidal, Azorín, Pío Baroja, Eugenio D´ors, Jacinto Benavente y Luis Astrana Marín. Asimismo, realizó ediciones manuscritas de diferentes obras (sobre todo de temas bilbainos) que fueron a parar a colecciones particulares.
Ortiz Alfau es además autor de los siguientes libros publicados: En la Ruta de Don Quijote (1964,1976), Bilbao en la Obra de Unamuno (1986), Ramón de Basterra (1.988) y Raúl Guerra Garrido (1989). Es miembro de la Hispanic Society of America y presidente desde su fundación de la Asociación de Amigos de Unamuno, un autor (don Miguel de Unamuno) al que nunca se ha cansado de reivindicar y divulgar entre sus convecinos.
Por azar o ventura, cae en mis manos 'En la ruta de Dn Quijote'del autor en cuestión y habiéndolo leído,veo menciones a volúmenes de Mein Kampf (Hitler) y una autobiografía de Mussolini con cierto grado de delectacion por parte del tal Alfau. Vamos una joya de persona. Si este tipo ha tenido cargos tan relevantes, en parte culpa del omnipresente Azkuna(el último alkate franquista)es pq el régimen fascista aún no ha desaparecido. (Deustuarra irredento)
ResponderEliminarItzel:
ResponderEliminar¿Dónde has leído menciones a Mein Kamf o a Musolini?. Perdona, pero no tienes ni puñetera idea de quien fue Angel Ortiz Alfau. Ni tampoco Iñaki Azkuna (ambos de ideologías politicas distintas, pero nada sospechosos de "franquistas"). Si te quieres poner la insignia de "Deustoarra", entérate primero bien de quién es quién en Bilbao. La ignorancia es muy atrevida...